
Buenas noches, siempre me han encantado las flores pero nunca las había cocinado.
Esta receta la he hecho gracias a uno de mis alumnos, Santiago, que me trajo el otro día flores de calabacín y me ha enseñado a distinguir cuáles son las flores que se pueden cocinar (las que tienen un solo pistilo y tallo fino). Esta sencilla receta se la dedico a él 😀 que me ha dado la idea de las flores rebozadas, eso sí, yo las he adaptado para que sean veganas (muchas gracias!!!)
Ingredientes:
- 6 flores de calabacín
- harina para rebozar sin huevo
- agua
- ajo
- perejil
- sal
- aceite de girasol
Elaboración:
Se abren las flores por la mitad, con cuidado de no romperlas. Se enjuagan y se secan en papel absorbente. Se echa sal al gusto.
A parte en un plato, echar unas 4 cucharadas soperas de harina para rebozar sin huevo (seguir las instrucciones del envase a la hora de agregar el agua, para que quede como una tempura, algo liquida la masa). A mi me gusta echarle ajitos y perejil picados y una pizca de sal. Remover todo hasta que quede la consistencia deseada.
En una sartén, colocamos aceite de girasol abundante para freír. Pasamos las flores por la masa y las echamos en el aceite bien caliente, para que queden crujientes. Freímos por ambos lados (que estén doraditas) y escurrimos en papel absorbente para que no queden con exceso de aceite.
Servir, en mi caso lo he hecho acompañadas de una ensalada de tomate, cebolla y pepino de mi huerto. Pero se puede acompañar de una veganesa por ejemplo.
Están deliciosas!!! Siento que no me haya salido mejor la foto, pero merece la pena probarlas!