Llevaba varios días con ganas de pisto, así que no he podido esperar más. En cuanto he vuelto de pasear a Cástor esta noche, me he puesto a cocinarlo, y la verdad que está muy sabroso. Esta receta (una de mis favoritas, al igual que el libro del cual lleva el título), se la quiero dedicar a mi Nati, una gran persona y gran amiga a la que echo de menos todos y cada uno de los días. Y casi tanto como a ella, echo de menos su bar: Celtic Cross (en C/ Correo Viejo 5 de Málaga). Qué ganitas de una media pinta de murphy’s bien servida, con su espumita y la compañía de tanta buena gente que han hecho de ese bar mi sitio favorito. Nati va por ti y por los nuestros. Hasta por algún perchelero que yo me sé… Os quiero y no me olvido de vosotros.
Ingredientes:
- 1 pimiento
- 1 cebolla
- 1 calabacín
- 1 berenjena
- 2 patatas
- 250 grs de tomate triturado
- 4 cucharadas de aceite de oliva
- sal
Elaboración:
Lavar todo muy bien y picarlo en daditos. Calentar el aceite en una cacerola, sofreír primero la cebolla y el pimiento. Cuando estén algo tiernos añadir la berenjena y el calabacín y echarles sal. Dejar a fuego lento unos minutos hasta que se queden tiernos pero enteritos.
Añadir el tomate triturado, rectificar de sal, y dejar hacer hasta que se haga el tomate, a fuego medio-bajo, durante unos 8-10 min.
Aparte pelar y picar las patatas también en cuadraditos y freírlas. Escurrir y reservar.
Una vez que esté hecho el tomate, añadiremos las patatas y dejaremos al fuego un par de minutos más.
P.D. Nati, ¿ tú me has llamao ? jajaja 😛
YO si que te quiero!!!! Ayyyy, que ilusión tener un pisto para mi. Besos mi niña querida, y no, hoy no te he llamado, pero algún día lo haré.
Te chero mi vidaaaaaaaaa me estaba acordando de ti y no he podido evitarlo muakssssssss